miércoles, 17 de octubre de 2007

Cinco dias en Guanajuato Pony-endole a las chelas


Buena aventura desde el amanecer del día jueves 11 de Octubre...

La llamada a las siete de la mañana de Nash, para decirme que por poco y se nos va el viaje, y en chinga que me paro de la cama directo ala ducha, después, casi me cago, pues donde guarde mi dinero no lo encontraba y pensé que chingados pasaba, la salida del autobús era alas diez y el compadre el mero día me llama para salir cómo pedos de la Pipsa (colonia donde vivimos).

Guardamos su sapomovil en mi garage y ahora si, ese par de mochiludos salieron por patas de ahí, directo a un desayuno en el VIP´S.

Después de cargar el estomago salimos a la terminal, por ahí de las nueve y media de la mañana el asunto de salir corriendo yo lo entiendo muy bien, pues de vez en cuando la family no nos entiende a nosotros; a ese tipo de salidas turísticas y de descargas emocionales de ida y vuelta en un fin de semana y que después de planearlo con tantos días de anticipación se nos fuera de las manos. Y en cuanto llegamos a la terminal nos sentimos cómo peces en el agua, hasta la sonrisa nos ilumino el rostro, la hora llego, las diez en punto abordo del bus y saliendo rumbo al Festival Internacional Cervantino en Guanajuato la buena vibra y la pila súper puesta, sin planes de nada para llegar al desmadre de las chelas, las chavas, la comida, los lugares, los antros, las cantinas, los cuates, y las amigas que podríamos conocer ahí en esos días.

Y lo dicho, llegando al hostal donde reservamos hubo falla con el sistema según esto, yo trataba de acordarme cuando era el día de los inocentes, pero la buena disposición de Medel, la dueña del lugar nos dio entrada, pues ya allí, ahora si yo me cagaba si nos salia con alguna putada y sonriendo nos ofreció una disculpa de eso del puto sistema que arreglo pasandonos a la habitación uno (la que da a la calle con todo y balcón).


Para esto ya mi buen amigo Nash y yo nos moríamos de hambre y en la sala de star un par de Españoles buena onda, nos dieron unos tips de donde podíamos ir. Cargamos batería y ahí nos tienen de regreso con las chelas en mano, diciendo salud y platicando de de su país y el nuestro
con música de Manu Chao y de Jarabe de Palo, listo ya para salir los cuatro a la aventura y la diversión.

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