Después del niño ahogado, quieren tapar el pozo.

Después del niño apachurrado,

quieren cerrar el antro.

Ya me imagino el terror del antro, después de escuchar "operativo policíaco" y la amabilidad que tiene la policía mexicana para este tipo de asuntos, al querer entrar con un lleno total abaratando a los chavos de allí dentro.

Mientras se me ocurre algo mejor.

De ida y vuelta.

Rayas y rayas, hojas y hojas, lápiz y lápiz, lineas y no más que todo eso de ida y vuelta ponybujos en mi libreta.

Emociones sobre papel.

Podría parecer otra cosa y en realidad la gente piensa por lo primero que salta a la vista.
Honestamente si estaba triste ese día y mi sentimiento desemboco sobre el papel. El dibujo aquí presenta lo único que quedo en pie de un viejo corral, con alambrado de púas y algunos clavos de los mismos que atoraban con los maderos, unas yerbas ya casi secas y un pequeño cuervo que seca sus plumas después de una fugaz llovizna para seguir con el vuelo.

De esas cosas "sin permiso"

Una cosa mal hecha, borra veinte cosas bien hechas.

Y las frases celebres son:

-pero cómo pudiste

-que no piensas

- a ti te vale madres

-y es que eres un pendejo

-todo lo haces mal

- yo no sé por qué estoy contigo

-aver ahora cómo le haces y lo compones

-nunca puedo confiar en ti

-bla, bla, bla...

O no ?

El precio de no hacer lo correcto.

"Diceme y diretes".

¡Dime y lo hago!

¡Dime y cuéntaselo!

"Y luego di que ni te ví".

¿Dime y te respondo?

¡Diceme y diceme...!

RUBéN