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Después de lo acontecido en el "Bar de Nash" la confusión dejó al dueño del lugar atónito, era un acto extraordinario en el pueblo de Santiago.
El dueño del lugar y la dueña del arco hurtado quedaron en plena calle afuera del fantástico bar, la noche se hizo larga y habían muchos comentarios al respecto, nada en concreto, solo un olor a cebolla que hacia coincidir a todos que quizá el gnomo de las cebollas se volvió loco y la avaricia lo consumió para hacer un rancho muy muy grande, tal vez tan grande como el rancho Green resort o quizá como el rancho Ewing Oil, eso y muchas otras cosas más eran tan solo puras hipótesis entre la gente que estuvo esa noche en el bar.
A la cazadora no le venia para nada un gnomo cebollero con ganas de remodelar un rancho, no encontraba relación alguna de entre tanto que la gente le aconsejaba de porque el gnomo enloqueció con la avaricia de los humanos y había decidido tomar el arco de oro para venderlo con los piratas del caribe. Tanto disparate no era posible para una razón que justificara el robo de tan preciado arco.
Ahora Diana la cazadora tenia que armar el rompecabezas y empezar a buscar las piezas para dar con quien había tomado con total libertinaje literalmente el famosos arco.
El buen Nash se ofreció para la búsqueda del arco e hizo hincapié en no descansar hasta recuperar el tan preciado arco de la cazadora. De inmediato se vistió como soldado de élite tomando sus pantalones de camuflage y su jersey con su nombre en la espalda que de vez en cuando usaba en el gotcha tomando también su pistolita con balas de pintura. Este a su vez le soltó un choro mareador de esos de los acostumbrados a la cazadora, de esos mismos cuando el reno quiere a toda costa quedar como el héroe del cuento. A la cazadora casi se le va la boca de lado cuando vio al reno aparecer vestido de una especie de combinación entre Power Ranger y Rambo. No sabia realmente si reír o hacerse a la idea de que el buen amigo Nash colaboraría con acierto para encontrar el dichoso arco, pero el entusiasmo de este era lo más divertido.
Desde el día siguiente en el que Diana se quedó sin arco el reno colgó un anuncio en la puerta del bar que decía: "SE BUSCA GNOMO VICENTICO" "CINCO MIL DOLARES DE RECOMPENSA" cerrado hasta nuevo aviso. Todo mundo en el tranquilo pueblo de Santiago rumoraba bastante a cerca del gnomo y el por qué de su atrevido acto de robarle a la cazadora el arco. Obviamente ya nadie recordaba que tiempo atrás el gnomo había estado preguntando aquí y allá por un personaje igual de parecido que la Diana cazadora. Y eso solo porque alguien había estropeado el sembradio de Vicentico.
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