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El hada mágica de los aromas le dio a Vicentico una muy buena información de lo más reciente en cuanto a las actividades de la cazadora. Resulta que últimamente se le encontraba en un bar de un pueblo encantado llamado Santiago allí había un lugar llamado el "Bar de Nash". Este era atendido por el mismo y narraba sus aventuras, anécdotas y uno que otro cuento inventado por él mismo de su vuelta al mundo y el submundo. Más que todo eso, el lugar era amenizado de vez en cuando por músicos de inicio y por la misma guitarra trovadora de Nash que daba un ambiente único y le fascinaba a la cazadora.
De inmediato el gnomo fue al mentado lugar en busca de aquella persona. A pesar de la popularidad del gnomo este no quiso entrar como cualquier cliente que cruza la puerta y pide una mesa para disfrutar de una rica cena y escuchar del cuenta historias que servía los tragos detrás de la gran barra de cedro.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6L35qM4aRoAdUT-KM2omXZ5nFefZvsQOYmyXz-AwBXjEnl5wD6arKbulxt4xP_esvjB-KDewTw5i1YUcUa1rtt4KttWS1BdVD4ZjCLV77AeaPx7qv4yZ-BdbctHguypzQQXZgpI-DEA/s400/escanear0068.jpg)
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El gnomo conocía perfectamente las entradas de las bodegas donde entregaba los pedidos de los restaurantes, bares y tiendas. Así, de una en una iba y se asomaba, la mayoría eran lugares que tenían un horario distinto al bar de Nash, pues este aveces cerraba hasta la madrugada o al día siguiente. Sin más ni más Vicentico fue directo al grano y se coló por la puerta trasera del bar que daba a un pasillo directo de la cocina y del mismo que tenia una buena vista hacia el salón. Agazapado entre la mercancía, costales, cajas y bultos de mercancías, Vicentico avanzó sin hacer ruido, así casi como un ratoncillo que ha hurtado el queso más fresco de la mesa y huye feliz a su agujero pasando desapercibido de entre la cocina. Al gnomo quizá nadie lo noto, pues en plena cocina los olores pueden confundir la nariz de cualquiera. Aún y sí fuera descubierto el gnomo podría inventar alguna excusa, por el cual Vicentico se encontraba allí, no existía ninguna duda por el cual el gnomo se encontrara en una bodega o en una cocina por lo regular esos son los lugares que él frecuentaba.
Sin duda lo más emocionante estaba a unos cuantos pasos de Vicentico, no había duda que hoy era el tan esperado momento de ver a la persona que maltrato su sembradio de cebollas. La busqueda termino y Vicentico quedo con la boca semi abierta. Entre tanto barullo detecto de inmediato a Diana.
Las señas que Massiel le dio hicieron que el gnomo fijara sus pupilas sobre la escultural figura de la cazadora que se encontraba sentada sobre un enorme puff de portobello, cerca de la barra, brindando con un coctel de frutas exóticas a la par del famoso Nash.
El bar como todos los otros tenia un guarda paquetes y era donde había quedado el arco y las flechas de la cazadora. Eso también por la reciente norma de no permitir la entrada a bares y antros con armas. Totalmente cerca de Vicentico solita y desarmada. El recuerdo de sus adorables cebollas maltratadas se convertía en un gran odio. Pero esta vez el gnomo tenia que usar la imaginación e iluminar la bombilla de luz que le daría la brillante idea de cómo vengarse de la osada persona que se encontraba reposando su hermosa anatomía sobre
un puff de portobello y que tiempo atrás paso sobre el sembradio de cebollas.
El bar como todos los otros tenia un guarda paquetes y era donde había quedado el arco y las flechas de la cazadora. Eso también por la reciente norma de no permitir la entrada a bares y antros con armas. Totalmente cerca de Vicentico solita y desarmada. El recuerdo de sus adorables cebollas maltratadas se convertía en un gran odio. Pero esta vez el gnomo tenia que usar la imaginación e iluminar la bombilla de luz que le daría la brillante idea de cómo vengarse de la osada persona que se encontraba reposando su hermosa anatomía sobre
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Eso de echar andar la bombilla luminosa le costaba mucho esfuerzo al gnomo pues no con mucha frecuencia lo hacia.
Después de un gran esfuerzo Vicentico lo logro, se le iluminó la bombilla y la brillante idea salió de su imaginación. El plan era ir al guarda paquetes corriendo muy veloz como lo hacia Vicentico en su juventud, tomar el arco y salir corriendo del bar sin detenerse por nada de este mundo. Así el gnomo se las cobraría por el desastre de aquella vez en el sembradio, si realmente era importante para esta persona "La cazadora" el objeto que Vicentico pretendía robar sería el momento de ajustar cuentas cara a cara recordando cebolla por cebolla pisoteada.
Un fuerte aroma a cebolla cruzo por en medio del salón, fue como un pequeño tornado que tumbo todo a su paso, el aroma era concentrado y eso irrumpió un poco la armonía del bar había gente que tocía y tocía otros como si hubieran picado cebolla lloraban inconsolablemente. Nadie realmente imaginaba lo que había pasado en el guarda paquetes, el encargado estaba atado de pies y manos con una cebolla atorada en la boca y sólo se dieron cuenta hasta que una pareja de enamorados entraron al bar y encontraron detrás del mostrador al encargado.
1 comentario:
Hola bro, éste último capitulo si me gustó el anterior creo que no le echaste muchas ganas, espero el siguiente capitulo
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